La vida está llena de continuos altibajos, curvas y cruces inesperados. Cada día nos levantamos para librar pequeñas y grandes batallas internas.  Luchamos contra nuestros miedos, dudas, culpas, inseguridades y todos aquellos impulsos egoístas que nos alejan de nuestro ser esencial. Son batallas del alma que nos plantean constantemente nuestra percepción de lo real y […]

En nuestro despertar espiritual, a menudo nos enfrentamos a desafíos que ponen a prueba nuestra fuerza interior. Es en esos momentos, cuando puede ser tentador refugiarnos en construcciones mentales que nos hagan sentir valientes solo por un momento. Pero existe una fuerza interior eroica que trasciende lo mental y brota de una fuente mucho más

¿Alguna vez sentiste ansiedad o angustia por no saber qué te depara el futuro?¿Intentaste desesperadamente encontrar certezas para sentirte seguro? La necesidad humana de control y previsibilidad es comprensible. Pero intentar dominar lo incierto es sin dudas un camino hacia el hastío e intranquilidad. Imaginemos que la vida es como navegar en un océano, donde

Cada día nos levantamos sin percatarnos del extraordinario milagro que significa simplemente existir. Damos por sentado el latido de nuestro corazón, el oxígeno que llena nuestros pulmones, la capacidad de ver, oír, tocar. Nos acostumbramos a estar vivos sin detenernos a admirar la maravilla que es. Nuestra mente se pierde fácilmente en pensamientos banales, problemas,

En esta vida, todos experimentamos situaciones y circunstancias que pueden parecernos injustas, dolorosas o simplemente aleatorias. Sin embargo, es probable que nos recuerden que la realidad exterior no es más que un reflejo exacto de nuestro mundo interior. Solemos juzgar los eventos externos con base en nuestras expectativas y deseos de nuestra mente. Pero cuando

Nuestro cerebro es capaz de regalarnos sensaciones de placer que nos hacen sentir vivos y llenos de energía. Pero cuidado, hay que ir más allá de las superficialidades: lo que brilla no siempre es oro. El sendero del autodominio nos permite distinguir entre las gratificaciones pasajeras y la paz durara que emana de nuestro interior.

La realidad que percibimos es un reflejo de nuestra consciencia, de cómo observamos e interpretamos el universo. Cuando comenzamos a expandir nuestra consciencia, nuestra capacidad de darnos cuenta, descubrimos el poder de crear que está en nosotros. La física cuántica sugiere que estamos inmersos en un campo de infinitas posibilidades que se manifiestan a través

«Si crees en posibilidades ilimitadas, tendrás posibilidades ilimitadas» Wayne Dyer Todos llevamos dentro una magia capaz de crear, transformar y hacer realidad hasta lo imposible. Pero con frecuencia esa alquimia permanece dormida, opacada por nuestras dudas e inseguridades. Cuando nos sentimos perdidos y no sabemos qué camino tomar, o anhelamos un sueño sin ver aún los

El gran místico indio Osho decía: “El sufrimiento no es real, solo tu capacidad para sentir dolor es real. El sufrimiento es solamente un mecanismo psicológico”. Inspirado por esta frase sentí de escribir sobre el sufrimiento, muchas tradiciones filosóficas y espirituales plantean que gran parte del sufrimiento humano es causado no por las circunstancias externas,

Cuando aceptamos la falta de certezas totales, paradójicamente podemos sentirnos más libres y tranquilos. La búsqueda obstinada de seguridad y control absoluto es una ilusión que nos limita. Como  seres humanos tendemos a querer controlarlo todo y eliminar cualquier atisbo de incertidumbre. Buscamos desesperadamente crear un entorno predecible y ordenado que no nos sorprenda. Queremos