Hay un orden natural, un flujo inherente en el misterioso universo del cual formamos parte.
Hay una corriente de energía que trasciende nuestro limitado entendimiento humano y que da forma a cada átomo, como a cada galaxia, a cada realidad que percibimos.
Sin embargo, en nuestra pequeña existencia terrenal, nos hemos empeñado en querer controlar lo incontrolable, en imponer nuestras creencias e ideas ilusorias sobre cómo deben ser las cosas. Nos aferramos con uñas y dientes a esa ilusión de control, alimentando nuestro ego con la falsa creencia de que podemos doblegar la realidad a su voluntad.
Hay una frase hermoso de mi amado Wayne Dyer que dice: «Si te relajas en el río de la vida, llegarás a la orilla en la que estás destinado». Cada vez que resistimos el flujo natural, cada vez que nos empeñamos en nadar contra la corriente, solo conseguimos sufrir y agotarnos inútilmente. Así como un río nunca lucha contra las rocas que encuentra a su paso, sino que las sobrepasa con gracia, nosotros debemos aprender a fluir alrededor de los obstáculos de la vida en lugar de chocar contra ellos.
Nuestra existencia terrenal es sólo un parpadeo en la vastedad del tiempo. ¿Por qué entonces empeñarnos en imponer nuestras frágiles e ilusorias voluntades sobre un orden que nos trasciende y sobrevivirá? No somos marionetas inertes, sino danzantes que se mueven al compás de la música infinita cuando permitimos al universo guiarnos.
La elección es nuestra: ¿continuaremos agotándonos en una lucha sin sentido o decidiremos por fin soltar y permitir que la corriente nos lleve? En nuestra entrega radica la verdadera libertad. Al relajarte en este “río de la existencia”, experimentarás una paz, un amor y una libertad inigualables. Dejarás de luchar contra la realidad y te hundirás con su ritmo natural.
Observa a tu alrededor y verás el orden perfecto que rige la naturaleza. Las flores no luchan por florecer, simplemente PERMITEN que la vida fluya a través de ellas. El sol no se esfuerza por brillar, simplemente LO PERMITE. Toda la creación, a excepción de nosotros, parece aceptar gozosamente su lugar en el misterioso diseño cósmico.
Desde mi perspectiva, tú no eres más que un perceptor multisensorial en este gran misterio cósmico. Deja de intentar controlar lo incontrolable y en su lugar, ENTREGATE a que la vida fluya a través de ti sin resistencia. Sólo así alcanzarás trascender. CONFÍA EN EL ORDEN NATURAL DEL UNIVERSO Y TODO ESTARÁ, TOTAL Y PACÍFICAMENTE. PERFECTO.
Ariel Baldellon 🧙🏻♂️
