
¿Alguna vez sentiste ansiedad o angustia por no saber qué te depara el futuro?
¿Intentaste desesperadamente encontrar certezas para sentirte seguro?
La necesidad humana de control y previsibilidad es comprensible. Pero intentar dominar lo incierto es sin dudas un camino hacia el hastío e intranquilidad.
Imaginemos que la vida es como navegar en un océano, donde la niebla (el futuro) oculta la costa o nuestro destino. Podemos temerle a lo desconocido y negarnos a navegar. O podemos abrazar la aventura, saber que la niebla abrirá paso y disfrutar del viaje con sus giros inesperados.
El futuro tiene componentes inciertos inherentes a nuestra realidad. Aferrarse a certezas sobre lo que aún no es, es tan ilusorio como dejarse dominar por miedos imaginarios de nuestro presente. La vida fluye como un río en constante cambio.
Estoy convencido que la clave está en centrarnos en el ahora. Como dijo Gandhi “La vida no es una cuestión de conocer el futuro, sino de hacer el presente lo mejor que podamos”. Cuando nos enfrentamos a momentos de incertidumbre, no los vivas con angustia, Abrázalos.
Cuando sientas la tentación de luchar contra lo incierto, recuerda abrazarlo. Aceptar la incertidumbre no significa una resignación pasiva. Al contrario, es sentirse libre de la estructura mental para poder avanzar y con consciencia para crear.
Abrazar la niebla del futuro es empoderarse a transitar el camino sin miedo. Es conectar con la posibilidad ilimitada que tiene cada instante. Es sustituir la búsqueda de certezas, por la confianza para fluir con lo nuevo. Abrazar lo incierto, es asombrarse de entender que la vida es un viaje fascinante.
La incertidumbre nos lleva a nuestro crecimiento. A soltar el control, confiar y fluir, descubriendo en el camino recursos internos que no conocíamos. Cada tormenta que atravieses te dejará más fuerte.
Tu vida está llena de potencialidades futuras esperando ser exploradas. La aventura te llama. Confía, mantén el rumbo y disfruta de cada momento del viaje, incluyendo la niebla del camino.Vivir la incertidumbre puede conectarnos con nuestra capacidad innata de hacer milagros. Desde mi perspectiva un milagro es simplemente una consecuencia maravillosa cuyo origen desconozco. Cuando vivimos el presente con total apertura ante lo desconocido, sin apegarnos a resultados, estamos siendo canales de momentos mágicamente milagrosos. Fluir con incertidumbre es permitir y darle lugar a lo extraordinario. Es descubrirnos como hacedores de milagros, cuyos frutos son inesperados pero transformadores. Aceptar este misterio, el que somos y en el que estamos, amplía nuestras posibilidades para experimentar lo sublime y asombroso de ser conscientes que LA INCERTIDUMBRE ES EL CAMINO.
Ariel Baldellon 🧙🏻♂️