No dejemos que en el umbral de nuestras vidas nos atormente la pregunta de qué hubiese sido si nos hubiéramos permitido experimentar la aventura más interesante de nuestras vida, CONOCERNOS A NOSOTROS MISMOS.
No vamos a encontrar ninguna aventura más interesante en nuestra vida que conocernos a nosotros mismos, para esto vamos a tener que viajar a nuestro interior y atravesar un sinfín de conocimientos que nos irán dando la consciencia de lo que realmente somos y de todo lo que somos capaces de hacer y sentir.
Es imposible de generalizar el detalle del recorrido del camino hacia nuestro interior, nuestra esencia o nuestro espíritu, ya que existen caminos como personas en este universo. Este recorrido es muy personal y es responsabilidad 100% de cada uno de nosotros recorrerlo.
Estoy seguro que es preciso sentirse incómodo, salir de esa comodidad que nos brinda el camino ya conocido, debemos lanzarnos hacia el vértigo que provoca nuevos recorridos con inciertos horizontes.
Al aventurarnos en esta hermosa experiencia de convertirnos en lo que somos, depende entre otras cosas en desafiar nuestras creencias limitantes, constructos mentales que ni siquiera son nuestros, fueron heredados de nuestros familiares o del inconsciente colectivo, constructos que debemos aprender a desafiarlos y crear nuevos para así poder identificar nuevas características de nosotros mismos.
Sin lugar a dudas otro protagonista que va a actuar como distractor u obstáculo es “el miedo”. El temor sin dudas va a estar presente y se justificará con falsedades diseñadas por nuestra mente que quiere mantenernos en esa zona cómoda que lo único que provoca es un estancamiento del cual con el tiempo solo nos arrepentiremos.
La Idea es no solo hablar de lo desafiante que será esta aventura sino de lo lograremos con la misma. Al atrevernos a atravesar esas batallas nos encontraremos recorriendo nuestro propio camino, estaremos experimentando aquello que fue creado para o por nosotros, tomaremos el timón ilimitado de nuestras vidas y dejaremos de estar guionados por el entorno, en este camino solitario pero no en soledad conoceremos nuestros “Poderes Mágicos” para de esa manera darle brillo a la vida que debemos vivir, NUESTRA VIDA.
No dejemos que en el umbral de nuestras vidas nos atormente la pregunta de qué hubiese sido si nos hubiéramos permitido experimentar la aventura más interesante de nuestras vida, CONOCERNOS A NOSOTROS MISMOS.
Ariel Baldellon